domingo, 6 de noviembre de 2011

Muere el piloto; nace la leyenda.

Domingo 23 de Octubre. Te levantas sobre las 10 para desayunar, como cada domingo enciendes el televisor y al pasar por TVE te extraña que no estén retransmitiendo la carrera de motoGP. Cuando terminas de desayunar recoges la mesa, haces la cama y enciendes el ordenador. Nada más abrir twitter, te enteras de la causa de la suspesión de la carrera: Marco Simoncelli ha sufrido un grave accidente y se encuentra en estado crítico. De inmediato, vuelves a encender el televisor y pones el teletexto por si hay más información, pero nada. Regresas a tu habitación, ya son las 11. Nada más sentarte en la silla te das cuenta de que hay un tweet nuevo de un periodista, lo clickeas y te encuentras con la peor noticia que te podían dar en ese momento: Marco Simoncelli ha fallecido.

Así me enteré yo de esta trágica noticia. Han pasado ya varios días de su muerte, pero no he tenido tiempo para hacerle un homenaje como dios manda en el blog, así que aprovecho ahora. Más vale tarde que nunca.

Marco era un joven de 24 años apasionado de su profesión, el motociclismo. Muchos de sus compañeros le habían adevertido en numerosas ocasiones de que algún día sino tenía más precaución podía pasarle algo. Desafortunadamente, así fue en el GP de Malasia. Tan sólo cuando llevaba dos vueltas, intentó levantar la moto para evitar una caída, pero eso hizo que perdiera el control de la moto y se cruzara de forma peligrosa por donde estaban corriendo sus compañeros. Esto hizo, que Colin Edwards y su gran amigo Valentino Rossi no pudieran evitar chocar contra él. Rossi pudo continuar la carrera, pero Colin que fue el que se estampó directamente con la moto de Marco, salío rodando. Ante este horrible golpe, Marco quedó tirado en el suelo sin el casco, que segundos antes había saltado por los aires. Estaba en paro cardíaco debido al golpe, los médicos intentaron reanimarlos, pero no pudieron hacer nada.

De esta forma se fue hace unos días un de los grandes del motociclismo, haciendo lo que más le gustaba. Él sabia perfectamente, al igual que los demás pilotos, el peligro al que se exponía en cada carrera, y aún así, siguió compitiendo, porque era su sueño.
Y así se despidió Marco de todos nosotros. Corriendo en el circuito de Sepang, donde se proclamó campeón del mundo en 2008.

Siempre estará en nuestro recuerdo por el gran piloto que era y por todos los momentos que nos hizo pasar. El 58 siempre permanecerá en nuestros corazones. Y le recordaremos con la más grande de sus sonrisas.

Dencanse en paz.